lunes, 6 de diciembre de 2010

Biografía de Enrique VIII

Enrique VIII. Responsable del cisma anglicano. Retrato Henry VIII: La vida de este rey de Inglaterra, conocido, sobre todo, por haber tenido seis esposas y haberse erigido como cabeza de la iglesia anglicana, es el hilo argumental de la serie "Los Tudor", que se emite actualmente en TVE.
Enrique VIII nació el 28 de junio de 1491 en el Palacio de Placentia, en Greenwich, al sur de Londres. Fue el tercero de los seis hijos del rey Enrique VII de Inglaterra y de Isabel de York. Además de él, tres de sus hermanos sobrevivieron a la infancia: Arturo, príncipe de Gales, Margarita y María. Con tan sólo un año fue nombrado condestable de Dover y lord protector de los Cinco Puertos, a los 3, recibió el título de duque de York y a los 4, ya era gobernador de la frontera septentrional y caballero de la Orden de la Jarretera.

Fue el segundo rey de la dinastía Tudor fundada por su padre, Enrique VII, después de la victoria de la Guerra de las dos Rosas (1455-1485). El primogénito de los hermanos era Arturo, heredero al trono, que se casó con Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos y tía del emperador Carlos I de España y V de Alemania, una boda pactada para crear una unión entre Inglaterra y España. En 1502, falleció tras contraer unas fiebres y Enrique, de 11 años, regordete, de mejillas rojizas, culto y muy sensible se convirtió en el heredero. Para asegurar de la continuación dinástica y perpetuar la alianza entre España e Inglaterra, le ofrecieron como esposa a la viuda de su hermano, que obtuvo una dispensa del papa Julio II que demostraba que aún era virgen. El futuro rey nada tenía que ver con el resto de monarcas europeos, ya que dominaba el latín, recitaba en verso, escribía poesía, le encantaban los torneos y disfrutaba a lo grande de las mascaradas.

A pesar de su gran sensibilidad para las artes, en cuanto subió al trono, demostró en más de una ocasión ser un hombre carente de escrúpulos. Finalmente, el 11 de junio de 1509, se casó con Catalina de Aragón y, nueve semanas después, la muerte de su padre, fue proclamado rey de Inglaterra en la abadía de Westminster. De los seis embarazos que tuvo Catalina, tan sólo sobrevivió uno de sus retoños, una niña llamada María, que nació en 1516.

El rey estaba preocupado por la sucesión al trono que, tras los abortos de Catalina o el fallecimiento a las pocas semanas de otros bebés varones, empezó a cortejar otras damas de la corte como María Bolena o Bessie Blount en busca de un heredero. Fruto de su relación con Bessie nació un niño llamado Henry Fitzroy (que significa hijo de rey), pero, desgraciadamente el pequeño murió a los 7 años. Consciente de que Catalina no podía darle el varón que ansiaba, quiso anular su matrimonio y contraer nuevas nupcias ya que se había encaprichado de Ana Bolena, hermana de su amante. Enrique VIII apeló al Vaticano alejando que la dispensa obtenida en su momento carecía de validez, puesto que Catalina había mantenido relaciones con su hermano fallecido Arturo. Pero el papa Clemente VII se negó a la anulación y Enrique protagonizó el cisma que significó la definitiva separación de la iglesia de Inglaterra de la de Roma.

De esta manera, el rey se convirtió en la cabeza de la iglesia anglicana, disolvió los monasterios y dejó de entrever el diezmo a Roma. Se casó con Ana Bolena en secreto y, el 7 de septiembre de 1533, nació su hija, Isabel, que sustituyó a su hermanastra María de la línea de sucesión al considera esta última hija ilegítima tras la anulación del matrimonio de sus padres. El rey estaba bastante enojado porque necesitaba un varón y, como Ana no se lo daba, se deshizo de su esposa acusándola de adulterio, por lo que fue sentenciada a muerte y decapitada el 19 de mayo de 1536.

Enrique VIII era un gran bailarín, disfrutaba tocando el laúd, tenía buena voz para el canto y le encantaba presumir ante las mujeres de su fuerza y musculatura. Cegado por el poder, se convirtió en un rey despótico que sembró el terror en toda la corte. De hecho, entre 1535 y 1543, acabó con la independencia del País de Gales, que anexionó a Inglaterra y se entronizó como rey de Irlanda.

Las seis esposas del rey
A pesar de su aspecto físico poco agraciado y cada vez más orondo, tuvo mucho éxito entre las mujeres. Tras cortejar a una doncella llamada Jane Seymour, se casó con ella tan sólo 11 días después de la ejecución de Ana, y, el 12 de octubre de 1537, su tercera esposa dio a luz al hijo tan deseado a quien bautizaron con el nombre de Eduardo VI. Tan sólo 12 días después del alumbramiento, Jane murió a causa de una fiebre puerperal y el rey se aferró más al poder. Aprobó severas leyes como la Buggery Act, que condenaba sodomitas a la horca, o la Witchcraft Act, según la cual las brujas se quemaban en la hoguera y a los mendigos se les cortaba una oreja o se les ahorcaba si reincidían.

A medida que pasaban los años, el carácter de Enrique se volvió más agrío, era una persona despótica que seguía engordando sin parar. Todo ello no pareció importante a su cuarta esposa, la protestante alemana Ana de Cléveris, a quién elegió tras haberla visto en un cuadro y con quien se casó a la semana de conocerla personalmente. Sin embargo, seis meses después de la boda llegó la anulación porque no se entendían y Ana, que no puso ningún impedimiento, salvó al vida y obtuvo el título de "hermana del rey", permitiéndose vivir en la ex residencia de la familia Bolena. En 1540 se casó pro quinta vez con Catalina Howard, una prima de ana Bolena que, durante sus dos años de matrimonio, flirteó con antiguos novios y nuevos pretendientes. Este hecho motivó que se anulara su boda y, al igual que su famsoa prima, fue decapitada en la torre de Londres de 1542.

Con 52 años, un gran sobrepreso (su cintura llegó a medir 137 cm), enfermó de sífilis, con secuelas de escorbuto y las piernas tan hinchadas que a duras penas podía caminar, Enrique aún tuvo fuerzas para casarse con Catalina de Parr. Como el rey estaba tan enfermo, Catalina tomó algunas decisiones transcendentales, entre ellas, que sus dos hijas se reconciliaran con su padre, llegando a estar en la línea de sucesión por detrás del príncipe Eduardo. Finalmente, el 28 de enero de 1547, el rey falleció a causa de la sífilis y fue enterrado en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, al lado de Jane Seymour, a quien él mismo consideraba "mi verdadera esposa". Los tres hijos de Enrique VIII reinaron en Inglaterra, Eduardo VI (1547-1553), María I (1553-1558) e Isabel I (1558-1603). La vida de los Tudor se puede ver en TVE en la serie homónima protagonizada por Jonathan Rhys-Meyers.

Imagen de la serie "The Tudors"

Fdo. Manu, con ganas de ver las siguientes temporadas de "The Tudors".

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